Danza del pecado

Las almas se saludan,
Con el choque de miradas
Los cuerpos se declaran,
En una fiebre desenfrenada.

El deseo se enciende
Con la chispa de ese beso,
Que se regalan nuestros labios
Para calmar los cuerpos.

Me toman esas manos fuertes
Que aprisionan mi cintura
Y una vez más me envuelven,
En el amor de esta lujuria.

En la oscuridad de la noche,
Se entrecruzan las sombras
Adornadas por las estrellas
Que iluminando, nos adoran.

Las partículas de estos cuerpos
Se transportan en el aire,
Víctimas del pudor,
Dos seres que unen sus mitades.

Se pierde la respiración
Entre almas encarnadas
Se desborda la gran pasión
Del amante y de su amada.

Encadenados en esta entrega,
El acercamiento y apego
El movimiento de los cuerpos,
Que se funden en esta hoguera.

Almas libres, cuerpos desnudos,
Impulsados por más que la tentación
Por este amor verdadero;
Se embriagan en la cordura,
En el calor de los sexos.

Amor, lujuria
Locura y pasión.
Danza del pecado:
Entrega mutua
De tortura y seducción.

Evadne Dos Torres
©Copyright

Real

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Se desborda el amor
En mis suspiros
                Con tus caricias,
Infinita pasión…

      Brota por mi piel,
El amor que de mi corazón
           Emana,
Manantial de ternura,
                         Eterna atracción.

Son tus labios, portal
A mis más inmensas pasiones
     Deseo,
             Lujuría,
                      Fantasías.

Almas gemelas,
        Reencontradas
                  Revividas.
Tu y yo,
        Amor,
                   Real.

Evadne Dos Torres
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Laberinto

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Sus dedos hacen un surco
en las laderas de mi cuerpo,
marcan la trayectoria
del territorio sin recorrer.

Trazan la travesia 
y construyen los pasadizos,
de este templo desnudo; 
laberinto sin salida.

Sus manos levantan los muros escurridizos, 
las curvas y las líneas resbaladizas…
que se desplazan por mi piel.

Moldean sus fuertes brazos 
las torres fértiles y febriles
tan suaves y sutiles
que se convierten en su abrigo.

Rocas mustias e incoloras 
adornan los pasillos
entre enredaderas,
flores grises, flores de hiedra;
escondite de un corazón marchito.

Pintan de colores 
esos labios divinos,
manjar de los dioses
que humedecen las esquinas
y las llenan con sus sabores.

El contorno de su cuerpo 
se arrastra por los confines de los espacios vacíos;
su sombra recorre
los rincones prohibidos.

La lluvia inunda las grietas, de estas ruinas abandonadas 
sudor sexuado de su cuerpo exhorbitado
que llena las profundidades
sexo con sexo,
el orgasmo es la salida.

Evadne Dos Torres
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Waltz

Danzan nuestras sombras al ritmo de la noche,
Nuestros pasos son compás
en este waltz de nuestro amor;
Mutuas caricias conforman la melodía
Que sella con besos esta composición.

Intensa pasión,
Creadora de los acordes
Que desatan los tiempos
En que se funda nuestra unión.

Se juntan nuestras manos y piel,
Al agarrar mi cintura
El deseo nos lleva a la desnudez
De nuestro amor, aún  sin partitura.

Nuestra entrega es pentagrama
En este waltz de lujuria
en esta danza del amor.

Nuestros cuerpos son los bailarines
Y nuestras almas son la canción.

Evadne Dos Torres
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