Poema II

Quiero perderme desenfrenadamente en tus orillas,
Para al fin ahogarme en tu mar.

Bañar mi cuerpo en cada grano de arena
Que conforma tu ser,
Que adorna tu piel.

Quiero danzar entre las olas de tus caderas,
En ese vaiven de tu estrechez.
Anclar mis labios en tus aguas,
Espumosas, agridulces y cálidas.

Quiero sumergir mi cuerpo en tus profundidades,
Sentir que tus corrientes me arropan
Que a mi piel arrastran,
Tú, mi mar y yo,
Eterna sirena del alba.

Evadne Dos Torres
©Copyright

Centauro

image

Bestia salvaje
que en rabia te descontrolas,
unas veces amable
otras azotas.

Abrazas y estrechas,
con tus largos brazos acaloras;
pisoteas, galopas
con tus patas de hierro
destruyendo todo a tu paso.

Tu cola es látigo maltratante,
tus órdenes, gritos castrantes
que a veces transformas en palabras dulces,
melodía de los bosques;
música hasta las nubes.

Dominado por tu instinto,
lastimas y hieres
a lo que el mundo cree extinto.

La razón abarca sólo a veces tus sentidos,
pero tu olfato animal
siempre es el campeón invicto.

Humano y bestia
violento y apasionado,
crueldad sólo muestras;
vil, miserable centauro.

Evadne Dos Torres
©Copyright

Fruto de tus labios

image

Brota de tu tallo
La forma de esa boca,
Ramaje de tu cuerpo
Que probarla me provoca.

Hojas son las letras,
Que construye tu voz
Y hacen florecer tus palabras,
Esa ternura, esa pasión
Que tu cuerpo,
Tronco firme
Encierra junto al mío. 

El amor se transfigura
En las florecillas de tu ramaje
Amante, árbol  robusto
Que me acorralas y dejas sin aire:

Quiero probar el dulce néctar
Fruto de tus labios,
Envuélveme con tus besos,
Hazme enredadera en tu tallo.

Evadne Dos Torres
©Copyright